Nuestra musa Becksy tenía 29 años, estaba en forma, era bailarina profesional y vivía en la ajetreada ciudad de Londres con su mejor amiga. Becksy soñaba con una carrera en la danza, trabajaba de profesora de fitness y se presentaba a las audiciones de los espectáculos más importantes de la ciudad. Hasta que un día, mientras se realizaba una autoexploración rutinaria, Becksy descubrió un bulto pronunciado en su pecho derecho y, de repente, todo cambió.
Animada por su novio Dean, su familia y sus amigos, Becksy visitó a su médico, que la derivó al hospital. Allí le hicieron un ultrasonido, una mamografía y una biopsia. La espera de dos semanas para conocer los resultados se le hizo interminable.
Al conocer el diagnóstico, se confirmaron todos sus temores. Becksy tenía cáncer de mama con sólo 29 años. Becksy se sometió a una mastectomía, seguida de un tratamiento de fertilidad, cuatro fases de quimioterapia y un tratamiento de radioterapia.